domingo, 26 de noviembre de 2006

Tajun y la Serpiente

Soy Truua sacerdotisa de Ree, y os contaré la historia de un hombre, que se convirtió en leyenda, Tajun el Cazador. Pero para relatar la historia de un hombre, hay que comenzar con la de un niño.
Fue en otro tiempo y otro lugar, cuando el mundo tal y como lo conocemos empezaba a resurgir tras estar décadas sumido en sombras. Una pequeña familia se dirigía a lugar seguro, después de que su pequeña aldea fuera destruida por la gran guerra librada, contra los Señores Oscuros de Osid. Treoo conducía a su familia por una tierra pantanosa, plagada de pequeños insectos, que hacia días les devoraban en vida, y apenas sin provisiones. Tras él, caminaba su esposa con un pequeño barullo de pieles, resguardado entre sus brazos, su hija Goraa de apenas unas semanas. Tras ellos Tajun, su primogénito, con el gran arco de su padre a la espalda, atento a cualquier peligro que les acechara, o alguna presa comestible que podar cazar. De pronto de las oscuras aguas surgió una gran serpiente que atrapó a Treoo, llevándoselo con ella a las profundidades del pantano, sin darle tiempo si quiera a blandir su espada. La mujer, calló al suelo desolada apretando contra ella al bebe, que no gustándole la presión que su madre ejercía sobre él, empezó a gimotear. Tajun se quedo inmóvil sin saber que hacer, intentó levantar a su madre, instándola a seguir, tenían que salir de allí o morirían todos. Pero ella estaba demasiado asustada, conmocionada, por la perdida de su esposo como para pensar, o moverse.
Un chapoteo en el agua…, apareciendo el gran reptil sibilino, que volvía a por más. Tajun, saco rápidamente el arco disparando tres flechas seguidas contra la víbora, atravesándole los ojos y el cerebro. Pero ya fue tarde para su madre, que yacía moribunda entre las fauces de la serpiente. Tajun, hubo de arrancar los dos grandes colmillos, para poder sacar a su pequeña hermana, que milagrosamente seguía viva. Su madre, murió antes de poder liberarla. Tras esto, recogió algunas cosas del escaso equipaje que llevaban. Entre ellas los dos colmillos, el arco y algunas cosas para el bebe, que se ató al pecho. Nada más pudo hacer por su madre, que se hundió junto a la bestia, en las aguas ponzoñosas. Tajun cargo con todo, emprendiendo nuevamente camino, esta vez, sin familia ni nadie que le guiase, solo con un bebe, al que no sabia como cuidar y alimentar.
Y a si fue, como Tajun mató a su primera bestia y quedo huérfano el mismo día, cuando tan sólo era un niño.

Fragmento de las crónicas del Cazador Errante.
Por Truua sacerdotisa de Ree.

Swanilda.

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